En ella vemos una fotografía de una manifestación en Bilbao, en la se puede leer una parte de la pancarta, que ocupa la mitad inferior de la imagen, que pone "ETA". Se trataba de una manifestación de la izquierda abertzale que tuvo lugar el día anterior en las calles de Bilbao y, a primera vista, podemos pensar que era una marcha de apoyo a ETA. Esto, unido al titular "Los "abertzales" toman Bilbao" contribuye a la sensación alarmista que quiere transmitir el periódico. No obstante, si comparamos la fotografía con la de otros medios como el "ABC" (http://www.abc.es/20110826/local-pais-vasco/abci-bilbao-manifestacion-izquierda-abertzale-201108261820.html) vemos que estas tres letras que hacen referencia a la banda armada no son sino una parte de una palabra que poco tiene que ver con ella: se trata de la palabra "inposaketarik" (imposiciones) en lengua euskera. Al parecer, los redactores del diario "El Mundo" vieron poco contenido informativo en las imágenes que tomaron de la marcha, compuesta por vecinos de la ciudad de todas las edades (muchos de mediana o avanzada edad) portando "ikurriñas", y cuyo lema era "INPOSAKETARIK EZ! NAZIOA GARA" (No a las imposiciones! Somos una nación).
No es nuevo en los medios de comunicación este hecho de querer criminalizar el movimiento nacionalista vasco, metiendo en el mismo saco a los violentos y a los no-violentos, así como los que luchan de forma legal o ilegal. El sentimiento separatista euskaldun es compartido por mucha gente en el País Vasco, y es defendido de diferentes formas. Como sabemos, es una ideología que no interesa ni a los que están en el poder del Gobierno central, ni a mucha otra parte de la población con tintes conservadores, por lo que aprovechan cualquier ocasión para deslegitimar su lucha, sean cuales sean sus métodos, incluso si se enmarca dentro de la legalidad vigente.
Pienso que esta noticia es lamentable desde el punto de vista de la ética periodística, y que habría que luchar y actuar contra este tipo de periodismo manipulador, que intenta cambiar la opinión de sus lectores, o jugar con sus emociones, dejando de lado la objetividad de la que hacen gala estos "buenos" periodistas, ya que se trata de uno de los principales periódicos del Estado. Si este es el tipo de periodismo que tenemos y va a seguir así, ya podemos olvidarnos de pretender recibir información veraz, ésta nos llegará pasada por varios filtros ideológicos, bien mascada.
PD: Recomiendo la lectura de este artículo de un blog de crítica periodística, que destapó el escándalo.
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